A propósito del anunciado estreno de la serie de HBO, la experta en sexología, Ignacia Rabanal, comenta los asuntos que más les inquietan a los jóvenes chilenos. Cuenta que de sus miles de seguidores, son los hombres los que más le hacen consultas. Además, subraya la importancia de no combinar alcohol, drogas y sexo.
Octubre 2022.- Los fanáticos de la serie de HBO, “La vida sexual de las universitarias”, están muy ansiosos sobre lo que será la segunda temporada de esta historia que relata la nueva vida de cuatro estudiantes que coinciden en la universidad Essex, en Nueva Inglaterra. Mientras se espera estreno de los nuevos episodios, la sexóloga Ignacia Rabanal, cuenta cómo es la sexualidad de los universitarios en Chile.
Ignacia tiene una amplia trayectoria educando en temas de sexualidad. Estudió sexología de manera virtual en una institución española y desde entonces, hace talleres y lives a través de su Instagram. Y, precisamente, es por sus miles de seguidores que cada día recibe varias inquietudes. Muchas, de universitarios; especialmente de hombres.
Cuenta: “Me consultan más hombres porque les importa mucho su miembro y desempeño, más que su placer. Quieren saber qué tamaño, qué posiciones, y se cuestionan sobre cómo tienen que ponerse, cuánto tiempo tienen que durar. En las mujeres, que tiene que ver con la presión que da el porno y la industria publicitaria, es sobre cómo se ven. Se trata mucho de la apariencia y cómo hoy está hipersexualizado el cuerpo. Además, ellas me preguntan mucho por temas de embarazo”.
Y a pesar de su nutrida agenda, Ignacia se preocupa en responder. Sabe que es un tema delicado para esa persona y busca abordar el tema de la mejor forma posible. Prefiere contestarles a través de un audio y desde un rol de amiga, más que de profesora porque para ella es la mejor forma de entregar información útil y acompañar el proceso de aprendizaje.
Un tema que a Ignacia le inquieta en la vida sexual de los universitarios, es la combinación de sexo y drogas, en especial el consumo de estupefacientes. Desde su experiencia como educadora en el tema, comenta: “No es fumarse un pito como antes, son pastillas que te hacen experimentar más sensaciones táctiles. Y la droga genera muchas disfunciones sexuales. He tenido pacientes jóvenes que me dicen: no tengo erección, tengo una disfunción eréctil y me cuentan que hacen deporte, que les va bien en la universidad y que tienen una pareja estable, pero se fuman tres pitos diarios. Ahí está la respuesta. Igual que el alcohol. Entonces son situaciones de riesgo en donde no se considera el consentimiento, el placer”.
De acuerdo al último estudio sobre drogas en población general realizado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), el año 2020, el consumo de marihuana en la población entre los 19 y 25 años, alcanzó el 27,2%. En cuanto al alcohol, en el mismo tramo etario, su incidencia es de un 54,8%. En relación al uso de tranquilizantes sin receta, la prevalencia en este grupo de jóvenes es de 3,7%. En todas estas drogas, es el grupo que tiene los índices más altos comparados con los otros rangos de edades.
Al respecto, ¿Qué recomienda Ignacia? Dice: “Que no tengan sexo si están bajos los efectos del alcohol o las drogas, y que se cuestionen cuál es el fin de tener una relación sexual. ¿Qué es lo que buscas al iniciar una relación sexual con alguien? ¿Conseguir placer? Y en eso es muy válido decir: quiero placer y ya”.
¿Hacer el amor?
Otro punto en el que ahonda Ignacia, es el con el concepto de “hacer el amor”, sobre todo cuando se trata de la primera vez. A su parecer, esto pone una carga emocional a la persona, especialmente a las mujeres porque “cree que tiene haber amor para su primera vez y si no, es una puta o una suelta y luego va a cargar negativamente ese encuentro. Va a tener esa mochilita, cuestionándose por mucho tiempo si fue con la persona correcta, cuando lo que hay que preguntarse es si lo pasé bien o no, si tuve placer o no”.
Ignacia apunta a que hoy, cuando el sexo casual está muy normalizado, el amor o el cariño no es pre requisito. Enfatiza como primordial el uso de métodos anticonceptivos, sobre todo el condón que es el único que previene las enfermedades de transmisión sexual. Lo segundo que debe primar en un encuentro sexual es el consentimiento. Las partes deben estar conscientes y de acuerdo con realizar el acto. Y, por último, tener presente la responsabilidad afectiva o la empatía. Ejemplo es el ghosting, palabra anglosajona que se refiere a cuando una persona con la que se ha establecido un vínculo, desparece repentinamente si dar explicaciones. Ignacia, explica: “Es importante transmitir lo que quiero, cuál es el fin, para no dar señales equivocadas. Y por último, también es importante no sentirme culpable por el placer que sentimos”.
Este y muchos otros temas aborda Ignacia Rabanal. En su cuenta profesional de Instagram (@ignarabanal), ofrece información y servicios de sexualidad y educación sexual para adultos y jóvenes. Búscala aquí.
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